martes, 9 de agosto de 2016

Cordero a baja temperatura con... pan para mojar

Tiempo de preparación: 20-25 minutos de cocinero; muchas horas de horno sin vigilar
Precio de los ingredientes: 10-15€

Dificultad: fácil

Ingredientes:

1 pierna de cordero
Ajo en polvo
Pimienta molida
Sal
1/2 botella de vino tinto
2 dientes de ajo
1 rama de romero

La idea del cordero a baja temperatura tiene un sentido: la carne de cordero es muy fuerte, y controlar la cocción de éste en el horno es complicado. Peeeero, ¿y si hubiera una fórmula mágica con la que las carnes quedan ricas y jugosas sin secarse? Pues la hay, y eso precisamente es la cocción a baja temperatura. Además, como casi todo el trabajo lo hace el horno, nosotros no gastamos nuestro tiempo, y ensuciamos muy muy poco (una bandeja de horno).

Para preparar el cordero: antes de ponerle la sal, ni el aceite, ni nada, simplemente envolvemos el cordero en papel albal. Si estaba congelado no es necesario descongelarlo siquiera, sólo harán falta un par de horas más de horno. Colocamos el cordero en su recipiente o bandeja, y el horno a 75 grados en la posición de aves/carnes, con el ventilador puesto. ¿Cuánto tiempo? Aquí está la clave: 10 horas. De tal forma que por la mañana metes el cordero en el horno a las 8 de la mañana, y llegas tranquilamente a las 6 de la tarde y tu cordero te está esperando. Y si llegas un poco más tarde, tampoco se secará, porque al estar a baja temperatura y envuelto, no pierde los jugos. Si además está congelado, pues 12 horas.

De ahí cuando lleguemos, sacamos el cordero; con cuidado lo desenvolvemos sin perder el jugo que ha ido soltando, que será parte importante de la salsa. Salpimentamos por los dos lados el cordero. en la cara donde hay más piel, le ponemos mucho ajo en polvo. Añadimos al recipiente dos dientes de ajo machacados (con darles un golpe contra la encimera y que se rompan nos sirve), la rama de romero (se quemará un poco y eso también añadirá aroma al cordero), y regamos la pata con la media botella de tinto. Preparamos el horno a 225 grados, porque ahora mismo parece un lacón y no tiene una pinta muy apetitosa. Lo siguiente es darle entre 8 y 10 minutos por cada lado para que quede tostatito por fuera, pero siga rosáceo y jugoso por dentro. Además, al hacer así el cordero, la carne se despega muy fácil, así que es perfecto para quitarla y rellenar la pierna de cordero, o hacer alguna otra receta con ella. Esta receta me gusta tanto, que de acompañamiento... sólo he puesto pan. Y es que no se necesita más para ser feliz con un plato como éste.

Y se acabó. Hemos dedicado todo un día a trabajar -o toda una noche a dormir- y a la vez hacíamos una delicia de plato. ¡Que aproveche!

TRUCO: Si quieres, con vino blanco en vez de tinto, el cordero quedará todavía más suave; pero es que a mí me va la marcha.

TRUCO2: El acompañamiento más clásico es una ensalada de lechuga y cebolla, o de tomate y cebolla, o unas patatas a lo pobre; pero no seas sosaina, y prueba a variarlo si quieres.

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